Odilon Redon (1840-1916) es contemporáneo a los grandes creadores del Impresionismo (FIG. 27). Cultivó la música y la poesía y era amigo íntimo del gran poeta simbolista Mallarmé. Su pintura no triunfó en Francia, sino en Holanda, donde encontró gran número de admiradores, a partir de 1885. Gustave Moreau (1826-1898) fue un individuo de exquisita cultura, muy relacionado con el Modernismo. Coleccionista de arte oriental, se mostró siempre partidario del idealismo, contra el «tosco materialismo impresionista que sólo sabe pintar lo que se ve con los ojos del cuerpo» (FIG. 28). Su mayor gloria consiste en haber sido maestro de Rouault, cuya obra se tratará en el tema próximo.
Figura 27 El sueño Odilon Redon (Friburgo colección particular)
Puvis de Chavannes (1824-1898) crea una pintura fría y estilizada, de pocos valores sensibles, pero cargada de un delicado simbolismo que ejerció influencia en la juventud del de Francia (FIG. 29). Eugenio Carriére (1849-1906) prescinde casi por completo del color y vuelca su sensibilidad hacia la línea y el claroscuro. Su importancia radica, sobre todo, en su magisterio sobre Matisse y Derain. Fuera de Francia hay simbolistas importantes, incluso de más calidad que los franceses, cosa que no ocurre con el estilo impresionista. Entre los simbolistas europeos conviene recordar la obra de Klimt (FIG. 30), un austríaco amigo de los fuertes contrastes de calidad y colorido, que juega con la luz con la misma maestría que un impresionista, pero inyecta en sus obras un tremendo simbolismo que las caracterizan notablemente; el suizo Bocklin y el americano Ryder. También practicó el estilo simbolista el holandés Toorop, de quien hemos hablado en el capítulo anterior
Figura 28.- La aparición Gustave Moreau (París, Museo Moreau)
Figura 29.- El verano P Plusvis de Chavaness (Cleveland,museo de Arte)
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